«CANCIÓN NOCTURNA». Por Amparo Secorun

Cuando el mundo oscurece y solo la luna da su luz, en el hospital todo se queda en silencio, y,  a las diez de la noche, las puertas se cierran,  todo se detiene, solo 28 almas nocturnas baten sus alas por los pasillos, acomodando, y cuidando los sueños de esperanza de los pacientes que pronto se quedaran a oscuras con su disnea, su dolor, sus pensamientos, su ansiedad, su miedo, su insomnio que no se va ni contando ovejas, caballos o elefantes.